Científicos demuestran mediante la experimentación
que las estelas generadas por algunos aviones están realmente compuestas por una
sustancia química: el monóxido de dihidrógeno o DHMO.
Este
compuesto químico se caracteriza por carecer de olor, sabor y color. Ya desde
la antigüedad se conocen sus propiedades y que en grandes cantidades puede ser
altamente peligroso pudiendo incluso llegar a ser mortal. La ingestión de altas
dosis de monóxido de dihidrógeno pueden producir una excesiva dilución del
sodio en la sangre (hiponatremia) y ello provoca que se deje de producir la
hormona antidiurética. En casos extremos se pueden producir edemas cerebrales
irreversibles, comas, o incluso morir por sobrepresión del cerebro al bulbo
raquídeo. El exceso de esta sustancia por vía respiratoria es letal,
produciéndose la muerte por asfixia.
«Éramos uno de tantos científicos escépticos con la hipótesis de los chemtrails y por ello decidimos iniciar este proyecto, para demostrar la verdad de forma definitiva y mediante el método científico.»
Para el
experimento hicieron uso de un globo metereológico elevándolo a una altitud
similar a la de dichos vuelos. Una vez situado en la trayectoria del chemtrail,
la instrumentación analizó la composición química. También fueron detectadas,
aunque en menor cantidad, sustancias tóxicas como el dióxido de nitrógeno y el
monóxido de carbono.
«Después de varios intentos fallidos logramos impactar y atravesar una de las nubes de forma transversal».
Todavía
ningún gobierno se ha pronunciado a respecto y el equipo de científicos que ha
llevado a cabo el experimento ha preferido permanecer en el anonimato por miedo
a posibles represalias:
«Tememos por nuestra seguridad ya que probablemente este descubrimiento perjudique a alguien de forma directa. Además, tampoco buscamos fama o reconocimiento, tan solo buscamos la verdad.»Afirmaba uno de los integrantes del equipo de investigadores.